Hola de nuevo a todos. Tras un descaso de cuerpo y mente llegó el momento de ponerse en marcha, y en mi caso, principalmente en los fogones, ya que este último mes he cocinado más bien poco.
No se a vosotros, pero a mí el mes de septiembre me despierta el lado de hormiguita, y me entran unas ganas tremendas de hacer acopio para el invierno de todas los buenos productos que este mes nos proporciona.
Aprovechando los ricos tomates que se dan por mi tierra, me he puesto a preparar tomate frito. Por supuesto que da mas trabajo que el que encontramos en el supermercado {por si alguno lo estaba pensando}, pero os aseguro que cuando durante el invierno abres uno de estos botes de tomate, el esfuerzo queda recompensado con creces.
En mi caso lo he hecho al aire libre en un hornillo de gas y con una olla de grandes dimensiones, así he podido freír de una sola vez unos veinte kilos. Si no disponéis de todo esto podéis hacerlo en ollas normales en casa {aunque para estas cantidades necesitaréis varias}
Yo no le pongo cebolla, pimiento, ni ningún otro ingrediente que quite protagonismo al tomate, ni siquiera le pongo azúcar {ya sé que siempre se pone, incluso los comprados.......bla bla bla}, pero adoro la acidez natural del tomate, y eso de quitársela no me hace ni pizca de gracia.
Como veis mi tomate frito es lo mas sencillo del mundo; unos buenos tomates {eso sí es imprescindible}, un aceite de oliva virgen extra, y sal.
Bajo mi humilde opinión todo lo demás son añadidos que a veces sumarán, y a veces restarán ....pero siempre disfrazarán.
Bajo mi humilde opinión todo lo demás son añadidos que a veces sumarán, y a veces restarán ....pero siempre disfrazarán.
Ingredientes (para unos 35 botes medianos)
- 20 kg de tomates
- 650 ml de aceite de oliva virgen extra
- sal (al gusto)
Preparación
Primero lavamos bien los tomates y una vez secos nos ponemos a quitarle el culo y los vamos troceando a la vez en un gran recipiente . Una vez troceados y limpios de partes feas ponemos a calentar el aceite y los volcamos sobre ella,sazonamos y los dejamos freír lentamente hasta que veamos que han consumido gran parte del agua {unas dos horas}. Rectificamos de sal.
Trituramos con la batidora en el mismo recipiente, tanto como queramos.
Pasamos luego por el pasapurés para dejar el tomate tan libre de pepitas y pieles como queramos, yo este paso lo realizo sin demasiada minuciosidad porque me gusta ver algunas pepitas en el tomate.
Una vez limpio, y con ayuda de un cazo y un embudo, lo vamos introduciendo en los botes. Estos los habremos esterilizado previamente {yo lo hago en el lavavajillas a alta temperatura).
Una vez cerrados los ponemos a hervir en agua una media hora {siempre teniendo cuidado de sumergir los botes enteros dentro del agua}. A mi me gusta poner un paño en la parte de abajo para que no choquen unos contra otros.
Al sacarlos del agua los ponemos boca abajo hasta que se enfríen, de esta manera nos aseguramos de que ninguno tiene fugas.
Ya fríos solo nos queda etiquetarlos y guardarlos en nuestra despensa. ¡Animaros a sacar partido a los productos de temporada!
4 comentarios:
¿Freiste 20 kilos? Seguro que tienes conservas para todo el año. Sí, tienes razón en que hacer tomate frito da más trabajo pero no sabe igual que el comprado y sabes qué tiene. Besos.
Jolines estoy si que es una buena despensa de tomate.
Me parece un clásico y si el tomate está maduro no hace falta rectificar con azúca, estoy de acuerdo contigo.
Si me admites una sugerencia, camia el color del texto. Al ser parecido al fondo se lee mal.
Un saludo.
www.elsumiller.com
Uauuuu 20 kgs ? .........Menuda despensa , ya la quisiera yo para mi..... La verdad que al igual que a ti , me encanta hacer conservas para utilizarla luego a lo largo del año, es un gustazo !!!
Besinos mi sol.
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