Risotto de langostinos y calabacín

Con el arroz me pasa como con la pasta, que me gusta casi de cualquier manera, aunque si tengo que elegir lo prefiero caldosito a seco, y sin desmerecer a lo nuestro, los risottos me parecen deliciosos.

La base de cualquier risotto se compone de mantequilla, arroz, alcohol (suele ser vino blanco), agua o caldo caliente y queso (normalmente pecorino o parmesano).

Con esta base y los ingredientes que se nos ocurran podremos disfrutar en casa de un risotto  digno del mejor restaurante.

En este caso he utilizado calabacín y langostinos, y aunque sencilla, la combinación es deliciosa.

También es  importante usar un arroz que absorba bien los aromas y sabores, y también que libere abundante almidón como es el arborio.

Ingredientes:

-400 gr de langostinos

-1 litro de agua

-50 gr de cebolla

-1 calabacín con piel troceado

- 300 gr de arroz arborio o bomba

-100gr de vino blanco

-1 cucharada de concentrado de verduras o sal

-75 gr de mantequilla en trozos pequeños

-60 gr de parmesano 

Preparación:

Primero preparamos en fumet: pelamos los langostinos y reservamos los cuerpos,  las cascaras y cabezas las ponemos a sofreír en una cazuela con un poco de aceite durante unos 5 minutos, añadimos el litro de agua y lo dejamos cocer tapado unos 20 minutos, colamos y reservamos. 

Ponemos en un cazo de paredes altas (esto es importante en el risotto para remover sin miedo a que se salga y poder poner el liquido necesario) la mitad de la mantequilla en dados pequeñitos para que se deshaga de forma uniforme.

Cuando la mantequilla esta fundida sin llegar a tostarse, añadimos la cebolla bien picadita y dejamos que se sofría, a continuación añadimos el arroz  a fuego fuerte y sin dejar de remover dejamos que pase de color mate a brillante, unos dos minutos. 

Ahora es el turno del vino(en este caso blanco), una vez añadido se deja reducir hasta que el arroz lo haya absorbido casi por completo, es importante no dejar de remover en ningún momento.

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Ahora incorporamos el calabacín picado, la sal o concentrado de verduras y vamos añadiendo el fumet  en pequeñas cantidades,  se va añadiendo liquido a medida que el grano lo pida, hasta que el arroz este en su punto.

En los  últimos minutos de cocion incorporamos los cuerpos de los langostinos.

Una vez fuera del fuego añadimos la mantequilla en dados pequeñitos y el queso y ya solo falta lo que en Italia se conoce como "mantecare", que no es más que remover bien con la cuchara para fundir el queso y la mantequilla con el arroz y obtener así la textura característica del risotto.

Ya solo queda degustarlo tranquilamente con una copita de buen vino y disfrutar.