Mermelada de guindas

Esta entrada me hace especial ilusión, porque voy a  utilizar un producto, que he visto y comido desde niña  en el jardín de la casa de mis padres, en mi tierra, que aunque por circunstancias laborales yo vivo en Madrid, la tierra en la que me he criado y llevo en el corazón es la comarca de Sanabria en Zamora.

 Allí, además de mi familia, están los recuerdos de los momentos mas importantes de mi vida, y en definitiva es donde me siento "en casa" de verdad, tanto en costumbres, como en expresiones, como gastronómicamente hablando.

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 Cada vez que vuelvo a ese pequeño punto en el mapa soy más "yo" que nunca, y aunque viva en mil sitios y viaje a otros mil, ese siempre sera mi referente.

Bueno después de esta  "super reflexión" ja ja......  os voy a hablar de las guindas.

Como os decía, desde niña recuerdo comer guindas del árbol cuando llegaba esta época, las asocio con veranos largos y muy muy felices.

Este fin de semana he estado allí y los guindos y cerezos  estaban cargados de fruta, así que  hemos  vuelto cargaditos de guindas y de cerezas  (que por cierto son blancas y espero utilizar para otra receta rica rica)

La primera receta que he hecho con las guindas, ha sido mermelada, me ha gustado mucho porque tiene un punto ácido, el guindo es el cerezo salvaje y la guinda es mas ácida, no tiene el dulzor de la cereza, aunque a mi me encanta comérmela así, directamente del árbol.

Ingredientes:

-700gr de guindas deshuesadas

-400 gr de azúcar moreno

-un limón  pelado sin nada de parte blanca ni pepitas

Preparación:

Ponemos en el vaso las guindas y el limón y trituramos unos segundos según nuestro gusto, añadimos el azúcar y ponemos 25 minutos , temperatura varoma velocidad 2, en vez del cubilete ponemos el cestillo, para ayudar a que espese.

Embotellamos en botes de cristal previamente hervidos y ponemos boca abajo y dejamos enfriar así, de esta forma conseguiremos que hagan vacío.